Quéjase de la suerte: insinúa su aversión a los vicios, y justifica su divertimiento a las Musas.
En perseguirme, mundo, ¿qué interesas?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?
Yo no estimo tesoros ni riquezas,
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi pensamiento
que no mi pensamiento en las riquezas
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?
Yo no estimo tesoros ni riquezas,
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi pensamiento
que no mi pensamiento en las riquezas
Y no estimo hermosura que vencida
es despojo civil de las edades
ni riqueza me agrada fementida;
Teniendo por mejor en mis verdades
consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.
FUENTE
“Poesías de Sor Juana Inés de la Cruz”, Antología, México, EMU, 2005, pp. 20, 21. Sor Juana Inés de la Cruz (1651 - 1695) |
Ahora, uno de los famosos sonetos de Sor Juana Inés de la Cruz, escritora novohispana del siglo XVII (o el Siglo de Oro). Su obra es muy extensa. Elijo este soneto porque es de mis favoritos; leer a Sor Juana en alguna época de mi vida me llevó a intentar, con bastos fracasos casi siempre, escribir algunos sonetos... sólo logré uno y no cumplió con todas las reglas. Es por eso que la poesía de Juana de Asbaje siempre termina sorprendiéndome, ¿Cómo lograr tanta perfección al escribir, cumplir las reglas y al mismo tiempo ordenar correctamente cada palabra sin que pierda su esencia? Sor Juana Inés de la Cruz supo hacerlo muy bien. Y lo hizo tan bien que aún en nuestra época su obra nos sigue impresionando.
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