jueves, 23 de febrero de 2012

MOMENTOS / Carlos Fuentes Lemus


Hay momentos – Carlos Fuentes Lemus

1
¿Qué más puedo producir?
¿Dónde puedo relajar
lo apretado de mi horca?
Este camino de la cólera contra mí mismo
envuelta en tristeza
con excepción del tibio perro
que yace a mi lado,
a pesar del sentimiento de amor allá arriba,
Tú me miras con desconfianza.
Triste, enchufado, puro y simple.
Yo los amo a todos. Pero no me
acerco a la ventana.
Esto debe continuar
Podría perderme al
niño huérfano de padre.
Hay momentos en que esto sucede.
He escogido un vidrio roto
y sus curvas.
Me bebo tu noche de estrellas

2
Pero el día brilla.
El silencioso ratón orina en la orilla.
No me hagas pasar por todo esto otra vez.
Cómo si nunca más fuese a llover,
y todo pasa.
Conozca la desesperación.
Ponme en camino del cielo,
ya sabes el resto.
Perdóname. Ay, espero que aún
creas en mí.
Perdóname las repeticiones
mis imitaciones de malos actores.
Llega el solsticio de verano,
La familia se reúne toda ella.
Y sí, trinan los pájaros.
La gente sale a trabajar.
La gente no cumplirá sus promesas.

FUENTE
Fuentes Lemus, Carlos; La palabra sobrevive: Seix Barral; Barcelona; 2000, pp. 171 – 172.

sábado, 11 de febrero de 2012

Para entonces - Manuel Gutiérrez Nájera





Para entonces

Quiero morir cuando decline el día,
en alta mar y con la cara al cielo;
donde parezca sueño la agonía,
y el alma, un ave que remonta el vuelo.

No escuchar en los últimos instantes,
ya con el cielo y con el mar a solas,
más voces ni plegarias sollozantes
que el majestuoso tumbo de las olas.

Morir cuando la luz retira
sus áureas redes de la onda verde,
y ser como ese sol que lento expira:
algo muy luminoso que se pierde.

Morir, y joven; antes que destruya
el tiempo aleve la gentil corona;
cuando la vida dice aún: “Soy tuya”,
aunque sepamos bien que nos traiciona.


 

 FUENTE 
Literatura II, Lucero Lozano, México, Nueva Editorial Lucero, 2008, p.51.



jueves, 2 de febrero de 2012

Fin del mundo - José Emilio Pacheo

Para estos días en los que a la gente le ha dado por hablar mucho del posible - y según ahora si definitivo -, "Fin del mundo", les comparto este pequeño poema de José Emilio Pacheco incluido en La arena errante. Enteramente aplicable a la época ¿Verdad? Sólo habría que cambiar algunos datos...

Fin del mundo

“El 18 de mayo del 50
se va a acabar el mundo.
Confiésate y comulga y encomienda tu alma
a la misericordia de Dios Padre
y pídele a la Virgen que ruegue por nosotros.”

Todo esto me dijeron varias personas.
El 18 de mayo esperé el terremoto,
el diluvio de fuego, la bomba atómica.
Como es obvio, no pasó nada.

Hay otras fechas para el fin del mundo.


FUENTE
Pacheco, José Emilio, La arena errante; México, ERA, 2010; p. 16.