Y así
cuando la pasión
de nuestros cuerpos
húbose
agotado
en breves
escaramuzas
y
sangrientas batallas
en las que
la muerte
fue la única
vencedora
escogí la soledad
y me
fortifiqué contra el cotidiano
asalto
de los
recuerdos
contra el no
pudo ser
y el hubiera
podido ser de otra manera
Gramaticales
formas de una historia sin tiempo
sin santos
ni héroes que adorar
o demonios
que tener
comprendí
acepté
Y durante un
tiempo
que no pudo
ser ya contado
con las
medidas habituales del tiempo
me enterré
en la recónditas cavidades
de mi
cerebro en descomposición
hasta ahí
donde los hedores
y los gritos
se hacían
insoportables
no confesé
mi crimen
y no tuve
que inventar más excusas
poéticas o
filosóficas
para
encubrir tu muerte
tan
inevitable
como el
ocurrir de los equinoccios
o mi
expulsión del Paraíso
El tiempo
detenido por un tiempo
no sé si
corto o largo
volvió a
construir su cadena de horas
minutos y
segundos
y a
fragmentarse como un pastel
de cumpleaños
en breves
tajadas de alegría
o desesperación
Ciertas
elusivas partículas
elementales
de la
materia
dejaron de
ser sólo concepto
y átomos protones
y neutrones
se juntaron
para darte
forma otra vez
con la luz
eterna del conocimiento.